¡Ya está aquí! El trofeo que necesitaban nuestras aburridas aguas continentales ha llegado por fin. El próximo campanu pesará 20 arrobas (por lo menos).
SOPENA (Sociedad de Pescantines de Nájera-Capital) se ha hecho con los derechos de explotación de la especie en nuestro país y negocia en estos momentos con las autoridades un plan de actuaciones. Se prevé que la introducción de la especie no comience antes de 2015 y que sea en 2017 cuando se permita su captura. Para esta fecha deberá estar ejecutado un ambicioso plan que adecue los ríos seleccionados para las sueltas al tamaño de semejantes bestias. Los ingeniosos de la obra hidraúlica han estimado que, aparte de modificar las escalas que permiten franquear las 50.000 presas que adornan nuestra red fluvial, será necesario excavar los cauces (un par de metros, únicamente) y retranquear las márgenes, lo que alcance la zona de servidumbre hasta agotar ésta. Todo sea por detener la pertinaz pérdida de biodiversidad que nos fustiga.
James Cameron se encuentra en Gipuzkoa. Aburrido del Titanic, busca nuevos retos, oscuros abismos en los que sumergirse con sus sofisticados submarinos. Y nada mejor que los tenebrosos fondos del río Deba para ponerse a prueba. Las primeras inmersiones en el remanso conocido como el pozo del cura han sido muy prometedoras.
¡Ánimo James! ¡Muéstranos ese paraíso de color y fantasía!
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Por la vera del Deba iba yo cuando me asaltaron las dudas
¿Existe el dominio público hidraúlico? ¿Es realmente de todos? ¿Vela alguien por el cumplimiento de la normativa vigente?
Y lo que es más importante,
Si un tragador derriba un árbol en dominio público, ¿hace éste menos ruido al caer que si lo derribaran en lo alto de un monte?
ESTAMOS JODIDOS.
Joder, acabamos de reirnos en Durban del cambio climático y nos vamos a preocupar por algo tan insignificante como son los ríos… ¡Anda ya, que les den por el culo! Y que sigan llevándose nuestra mierda al mar. Adjunto un divertimento fotográfico en el que si no te quedas bizco puedes apreciar un ejemplo de fluvicidio.
Sí, ya sé, en la foto inicial las márgenes tienen un castigo agrícola importante, pero ya me gustaría a mi que se hubiese conservado al menos así.
Sabíamos que las poblaciones de truchas no estaban en su mejor momento, pero no nos esperábamos esto.
Salvando las distancias, la situación se asemeja al suicidio en masa de los lemmings. Con la diferencia de que en este caso la muerte elegida es sin duda mucho más cruel. Descansen en paz.
El desmán, el simpático bichillo de la foto, se despide. Lo hace ahora que aún le quedan portavoces. Le hubiera gustado quedarse un ratito más, pero en las últimas décadas estamos empeñados en joder su hábitat. Vive en los ríos y con eso está todo dicho. Pasará en breve, sin pena ni gloria, al anecdotario de rarezas extintas y solo entonces a algún gilipollas presuntuoso se le ocurrirá echarle de menos. ¡Habrá que clonarlo! – dirán. ¡Sí, sí, como a la oveja Dolly! Como bien dice nuestro amigo, iros todos a tomar por el culo.
De todos es sabido, pero lo traemos a colación aquí por si acaso. Resumiendo. Dios creo el mundo en seis días y a las truchas el domingo para que se entretuviese Adán pescando. Hasta ahí todo en orden, pero hete aquí que Belcebú, que es un tocapelotas de cuidado, va y crea a las garzas el miércoles siguiente para darle una patada a Dios en el culo de los pescadores. ¡Vaya putada!
Lo de los cormoranes vino después.
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Lamias, mouras, ninfas,… distintos nombres para unos organismos aún sin clasificar de los que poco se conoce y a los que un reciente estudio realizado en Gipuzkoa y Bizkaia augura un negro futuro.
Lamia perpleja en el cauce seco de un arroyo. La mala gestión forestal está afectando a su hábitat.
Los resultados de este trabajo, cuya publicación está prevista para el mes de marzo próximo, ponen de manifiesto que la desaparición de los bosques naturales de robles y hayas, la fragmentación de las masas que aún persisten y la reducción de su complejidad estructural han afectado significativamente a la fauna forestal y por extensión a las cuencas de los ríos y arroyos en donde las lamias pasan la mayor parte de su ciclo vital. Es este un problema que sabíamos que afectaba a otras comunidades de animales y plantas, pero es la primera vez que los científicos comprueban sus perniciosos efectos sobre estos seres.
Lamia cantando desconsolada junto al puente de la N-I en Andoain
El desastre forestal, que tuvo su inicio en la sobreexplotación de nuestros montes en los siglos XVIII y XIX, se consolidó en el XX con la extensión masiva de especies exóticas maderables de turno corto (pinos y eucaliptos). El mérito hay que atribuirselo a una gestión forestal mal planificada, que ha conducido hoy a graves problemas sanitarios (los que ocasiona el hongo Fusarium circinatum, por ej.) y que apenas proporciona rendimientos económicos reales (¿qué será del sector cuando se acaben las subvenciones?). Se juntan aquí la mala gestión de fondos públicos, la destrucción del patrimonio natural (biodiversidad, suelo, agua,…) y la ruina de una parte del sector primario. ¡Todo un alarde de profesionalidad por parte de las distintas generaciones de gestores que han intervenido a lo largo de todos estos años!
Solo en algunos espacios protegidos podemos contemplar hoy esta imagen
Ahora bien, señalados los culpables es momento de buscar soluciones. Siguiendo el proceso que se ha llevado a cabo con otros grupos, un comité de expertos está redactando el «Plan de gestión de la Fauna Extraordinaria del País Vasco» que verá la luz a finales de año. En dicho plan se recogen las medidas necesarias para frenar el acusado declive detectado en las poblaciones de lamias. Entre las actuaciones propuestas destacan aquellas orientadas a mejorar su hábitat: recuperación del bosque de ribera, incremento de la complejidad estructural en márgenes y cauces, restauración de masas naturales en las cuencas señaladas como áreas de interés especial,… No se descarta la puesta en marcha de un programa de cría en cautividad, tal es el crítico estado en que se encuentra la especie. O especies… Está finalizando un estudio genético que determinará si nos encontramos ante una especie única o un grupo de especies (los genetistas consultados se inclinan por la segunda opción).
¡En nuestras manos está el ayudarlas!
Así mismo, se está realizando una actualización de la distribución de todos estos organismos, no solo de las lamias. Entre las especies-diana de estos trabajos se encuentran trasgos, sátiros, silfos y demás familia. La información recogida permitirá valorar su estado de conservación actual y la urgencia de las acciones de recuperación a emprender.
Esperemos que no sea demasiado tarde.
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En un alarde de originalidad sin precedentes, el Instituto para la Reinserción del Mejillón Cebra ha elegido al Desmán de los Pirineos como Ave del año 2010. Sorprendidos y confusos acudimos a la sede del instituto para recabar más información. Allí nos recibe su director de comunicación Serapio Mandil, que nos aclara los términos en los que se ha producido la elección.
– Los miembros del comité Ave del Año 2010 no lo hemos dudado un instante. El desmán se merece tanta atención como el escribano palustre o el pato colorado, especies que ostentaron el título en pasadas ediciones. Antes del verano hicimos llegar a SEO-Birdlife nuestra propuesta para 2010 y nos han dado la callada por respuesta. No nos han dejado otra salida, hemos tenido que organizar nuestro propio comité.
– ¿Habrá entonces en 2010 dos especies consideradas como ave del año?
– Sí, me temo que sí.
– Pero, el desmán no es un ave…
– Eso es una cuestión técnica sin mayor importancia ¿Qué son cuatro plumas más o menos? Lo que verdaderamente importa es que la gente conozca a este simpático animal y el riesgo real que corre actualmente de desaparecer. Mire, es este de la foto.
– Parece un bicho simpático ¿Muerde?
– Mucho.
– Pues mal le va a ir con esa actitud…
– Tiene sus razones.
– Visto asi. Pero, eso que decía de desaparecer, ¿cómo que va a desaparecer? No le puedo creer. Nuestra naturaleza luce más esplendorosa que nunca. Yo mismo he estado esta mañana con mis criaturas echando de comer a los patos en la plaza de Gipuzkoa. Y el fin de semana estuve de chuletada en Abaltzisketa y desde la terraza del restaurante pude disfrutar del verdor de los prados y el balar de las ovejas…
– ¡Ande, calle, saque la cabeza del culo y escuche!
– ¡Oiga, sin faltar!
– No sea memo y escuche. El desmán es un pequeño mamífero que vive en las cabeceras de algunos ríos de los Pirineos, Cordillera Cantábrica y Sistema Ibérico.
– ¿Solo en los ríos?
– Solo.
– ¿Y como es de grande? ¿30, 40, 50 kilos?
– No hombre no. ¿No ha visto la foto? Si está sobre una mano… Es un animal pequeño, como un topo, de apenas 60-70 gramos que vive en las orillas de ríos y arroyos de aguas limpias y rápidas, alimentándose de pequeños invertebrados que captura bajo las piedras del lecho del río. Mire aquí tengo otra con un poco más de detalle.
– Y ¿Qué problemas tiene? ¡Anda que no hay ríos y piedras y agua! Precisamente ayer…
– ¡Calle y escuche, melón! A lo largo del siglo pasado el desarrollo agrario, urbano e industrial ha producido un montón de cambios en nuestro medio natural. Y ya le adelanto que ninguno bueno.
– ¡Pues vaya!
– Pues sí. Le decía… ¡Ah sí! Lo del desarrollo… Pues eso, que muchos cambios… En el caso de los ríos, los fondos de los valles primero y luego gran parte de las cuencas se han visto modificadas y alteradas, produciendo una degradación que no le ha venido nada bien a un buen número de especies, entre ellas al desmán.
– Pobre…
– Contaminación de origen urbano, ganadero e industrial, una mala gestión forestal, encauzamientos y canalizaciones, incendios forestales, minería, pesca furtiva de truchas, centrales hidroeléctricas, embalses, extracciones abusivas del agua de los ríos,… todo eso ha contribuido a que los tramos fluviales que le gustan al desmán sean cada vez más escasos.
– ¡Joder, pues vaya panorama que plantea! Con lo a gusto que vivía yo con la cabeza metida en el culo…
– Menos hábitat para el desmán, poblaciones que desaparecen, otras que se hacen menos numerosas y a la vez quedan irremediablemente aisladas,… ¿Ve por dónde voy?
– Sí, sí, me estoy imaginando el final de la película…
– ¡Dos telediarios!
– ¿Cómo dice?
– A este bicho le quedan dos telediarios. Piense que prácticamente ha desaparecido del Sistema Central y se le empieza a echar de menos en muchas zonas en donde se pensaba que los ríos estaban en buen estado.
– ¿Y están mal?
– Pues sí. Le estoy hablando de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco,…
– ¿Cómo? ¿País Vasco también? ¡Pero que está diciendo, hombre de Dios! ¡Hasta ahí podíamos llegar!¡Con lo verde y lo bonito que está todo, los prados, los pinos,…!
– Ya, pero que el paisaje no le haga daño a la vista no quiere decir que no haya problemas.
– ¿Ah, no?
– Pues no. El color verde en las salas de espera de los dentistas está muy bien, por aquello de que tranquiliza y tal. Pero en el caso del que estamos hablando no es garantía de un buen estado de conservación. Volviendo al bicho, lo hemos declarado ave del año porque su situación es crítica y es un buen indicador del mal estado en que se encuentran los ríos.
– No si ahora que lo dice, mi cuñao Fermín, que le gusta esto de la pesca de la trucha, lleva un par de años diciendo que en el coto del Leitzaran no hay manera de hacer el cupo, que hay que ver como tienen el río de hecho polvo las centrales, que…
– ¡Lo ve! Lo que yo le decía, los ríos están cada vez peor.
– Pues mire, ya no me sabe tan raro lo del ave del año. Además con ese morro que tiene el desmán, parece un «culibrí», o una historia de esas…
– Morros de escopeta le llaman en algunos sitios.
– ¿Al «culibrí?
– No, al desmán. Atienda y céntrese, que se me está yendo usted.
– Siga, siga.
– Le decía, que lo que hace falta es que políticos y gestores espabilen, se apliquen, cumplan las leyes y la gente como usted saque la cabeza del culo.
– ¡Joder, qué manía le ha entrado con lo de la cabeza!
– Ande no se enfade. Lo mejor que puede hacer es ilustrarse un poco, contarles a los chavales los problemas que tiene el río. Mire aquí tengo algo que le puede servir para sus criaturas.
– Pero esto va del visón europeo…
– También sale el desmán, no se preocupe. Quédese con la idea de que si recuperamos y conservamos el río muchas especies se verán beneficiadas.
– Pues no había caído…
– A ver, que más puede hacer… Apunte. Preocuparse porque en su ayuntamiento no hagan barrabasadas en el término municipal, participar en labores de voluntariado ambiental, reciclar, contaminar menos, consumir responsablemente, votar con un poco de sentido común,… ¡Qué esto o lo cuidamos o se acabó! ¡Qué en el super no venden ni montañas ni ríos! ¡Qué no hay recambio, coño!
– ¡Pues marcho contento! ¡Menudo aguafiestas!
– Bueno, marcha jodido, pero un poco más despierto. No es mal comienzo. Ale, lo dicho, espabile y que no se la metan doblada. No piense usted que por hacer engordar a los patos de la plaza Gipuzkoa está contribuyendo a la conservación de la biodiversidad.
– Entonces, el desmán, ¿plumas no tiene?
– ¡Qué no joder, qué es como un topo! ¡¡¡ COMO UN TOPO!!!
Quince quinces y un chorlito 